Cómo el yoga cambia la estructura del cerebro y en qué nos beneficia
El yoga, una práctica milenaria que combina posturas físicas, técnicas de respiración y meditación, tiene un impacto profundo y transformador no solo en nuestro cuerpo, sino también en nuestra mente y cerebro.
Investigaciones recientes han comenzado a arrojar luz sobre cómo el yoga modifica la estructura y función del cerebro, ofreciendo beneficios significativos para nuestra salud mental y cognitiva.
Por ejemplo, un estudio reciente publicado en Frontiers in Aging Neuroscience revela que la práctica regular de yoga puede mejorar la memoria y proteger contra el declive cognitivo a largo plazo.
Los investigadores en Brasil tomaron imágenes de los cerebros de 21 practicantes de yoga femeninas mayores de 60 años, descubriendo que estas yoguis tenían la corteza prefrontal izquierda más gruesa, una región del cerebro responsable de la memoria y la atención.
Este hallazgo es significativo ya que la corteza prefrontal izquierda tiende a adelgazar con la edad, lo que conduce a la pérdida de memoria y a la disminución de la capacidad de atención.
¿Cómo el yoga cambia el cerebro?
Al ser una práctica que integra componentes físicos, mentales y espirituales, el yoga estimula el cerebro de manera integral.
La combinación de posturas físicas, técnicas de respiración y meditación no solo mejora la circulación sanguínea hacia el cerebro, sino que también promueve la relajación y reduce el estrés.
Estos efectos pueden contribuir al engrosamiento de la corteza prefrontal, mejorando las funciones cognitivas y protegiendo el cerebro contra el envejecimiento.
A continuación, se detallan algunas de las maneras en que el yoga cambia el cerebro y mejora nuestra salud y bienestar general.
Aumento del grosor cortical. La práctica regular de yoga ha demostrado aumentar el grosor de la corteza prefrontal y el hipocampo. La corteza prefrontal está asociada con funciones cognitivas superiores como la atención, la toma de decisiones y la conciencia. El hipocampo juega un papel crucial en la formación de nuevos recuerdos y se ve afectado negativamente por el estrés crónico. El engrosamiento de estas áreas puede contribuir a una mejor función cognitiva y a una mayor resiliencia al estrés.
Reducción del estrés y la ansiedad. El yoga reduce la actividad en la amígdala, una región del cerebro que regula nuestras respuestas al estrés y la ansiedad. Al disminuir la actividad en esta área, el yoga puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad, promoviendo un estado de calma y relajación. Esto se ve complementado por el aumento de la producción de GABA, un neurotransmisor que tiene efectos calmantes en el cerebro.
Mejora de la conexión cuerpo-mente. El yoga aumenta la conectividad en el ínsula y el cuerpo calloso. La ínsula juega un papel importante en la percepción del cuerpo y las emociones, lo que puede mejorar la conciencia corporal y la conexión mente-cuerpo. El cuerpo calloso facilita la comunicación entre los hemisferios cerebral derecho e izquierdo, mejorando la integración de funciones cognitivas y emocionales.
Incremento de la plasticidad cerebral. La práctica del yoga promueve la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones neuronales a lo largo de la vida. Esto significa que el yoga no solo ayuda a prevenir el declive cognitivo relacionado con la edad, sino que también puede mejorar la capacidad de aprendizaje y la memoria.
Fomento de la atención plena y la concentración. El componente meditativo del yoga mejora la atención sostenida y reduce la tendencia a la distracción. Esto se traduce en una mayor capacidad para concentrarse en tareas y actividades, así como en una mayor eficiencia en el procesamiento de la información.
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La práctica del yoga ofrece beneficios que van más allá de la flexibilidad física o la reducción del estrés. Su impacto positivo en la estructura cerebral subraya la importancia del yoga no solo como una herramienta para el bienestar físico, sino también como un medio esencial para mantener la salud cognitiva y emocional.
A medida que la ciencia continúa descubriendo cómo el yoga nos beneficia, queda claro que esta antigua práctica tiene un valor inmenso para nuestro bienestar holístico, ofreciendo un camino poderoso hacia una mente más ágil y un cuerpo más saludable en todas las etapas de la vida.