Beneficios del yoga para aliviar las secuelas de COVID-19
Después de una infección por COVID-19, algunas personas experimentan una variedad de síntomas persistentes, que se conocen como "secuelas" o "COVID prolongado". Algunos de los síntomas y problemas más comunes incluyen:
Fatiga persistente y cansancio extremo.
Dificultad para respirar, incluso después de recuperarse de la infección aguda.
Dolores musculares y articulares.
Síntomas cardiacos, como palpitaciones o dolor en el pecho.
Problemas neurológicos, como neblina mental, problemas de concentración y pérdida del sentido del olfato y el gusto.
Problemas emocionales y psicológicos, como ansiedad y depresión, además de otros problemas de salud mental que pueden empeorar o surgir después de la infección.
Problemas gastrointestinales persistentes, como diarrea o dolor abdominal.
Pérdida de cabello.
Es importante destacar que las secuelas post-COVID pueden variar de persona a persona, y algunos pacientes pueden experimentar múltiples síntomas mientras que otros pueden tener síntomas leves o ninguno en absoluto. Si estás experimentando síntomas persistentes después de haber tenido COVID-19, es importante consultar a un profesional de la salud para recibir atención y orientación adecuadas.
El yoga como herramienta para enfrentar las secuelas de COVID-19
La pandemia ha dejado a muchas personas con secuelas físicas y mentales. A medida que el mundo busca soluciones para ayudar a los afectados, el yoga surge como una herramienta que puede ayudar a abordar estos desafíos.
Con base en la investigación publicada en ScienceDirect, aquí presentamos los beneficios del yoga para aliviar las secuelas del COVID-19 mediante la combinación de asanas, pranayama y meditación.
El yoga es una práctica que aumenta la fuerza y la conexión física, mental, emocional y espiritual; además, mejora la inmunidad innata y la salud mental, por lo que puede utilizarse como terapia complementaria en el tratamiento de la condición post-COVID.
Aquí hay algunas maneras en las que el yoga puede ayudar:
Reducción del estrés: El yoga incluye técnicas de relajación y meditación que pueden ayudar a promover una sensación de calma y bienestar, reduciendo así el estrés y la ansiedad, dos síntomas comunes después de haber tenido COVID-19.
Mejora de la respiración: Las prácticas de respiración en el yoga, como el pranayama o respiración consciente, pueden ayudar a mejorar la capacidad pulmonar y aliviar problemas respiratorios. La práctica constante de pranayama mejora la función y la capacidad pulmonar al fortalecer los músculos que intervienen en la respiración
Mejora en la función cardiaca: La práctica constante de yoga ayuda a reducir la frecuencia cardíaca y disminuye la presión arterial sistólica, lo que tiene un impacto positivo en la salud del corazón.
Fortalecimiento muscular: El yoga implica una variedad de posturas que pueden ayudar a fortalecer los músculos, lo que es beneficioso para combatir la debilidad muscular que algunas personas experimentan después de la enfermedad.
Aumento de la energía: El yoga puede aumentar la energía y reducir la fatiga, lo que puede ser especialmente útil para las personas que se sienten agotadas después de una infección por COVID-19.
Mejora del sueño: Muchos pacientes post-COVID reportan problemas de sueño. Las prácticas de relajación y meditación en el yoga pueden contribuir a un mejor patrón de sueño, lo que es esencial para la recuperación.
Fortalecimiento del sistema inmunológico: Practicar yoga regularmente puede fortalecer el sistema inmunológico, haciéndolo más resistente a enfermedades y mejorando la capacidad del cuerpo para recuperarse.
Promoción del bienestar mental: Además de los beneficios físicos, el yoga también tiene un impacto positivo en la salud mental. Ayuda a mejorar la concentración, la claridad mental y la capacidad para manejar situaciones estresantes.
El yoga ofrece una serie de beneficios que pueden ser especialmente útiles para aquellos que están lidiando con las secuelas del COVID-19. Es una práctica holística que aborda tanto el cuerpo como la mente, las emociones y el espíritu, y puede ser una herramienta valiosa en el camino hacia la recuperación.
Recuerda que, además de poner en práctica actividades holísticas como el yoga, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud, especialmente si se tienes alguna condición médica preexistente que pueda agravar las secuelas de COVID-19.