Rutina de yoga para iniciar el día con energía
Comenzar el día con una rutina de yoga puede ser una de las mejores maneras de activar el cuerpo, la mente y el espíritu.
Aquí te proponemos una rutina de yoga ideal para iniciar el día con energía, vitalidad y una mentalidad positiva. Estas posturas están diseñadas para activar todo el cuerpo, estirarlo y equilibrarlo, y son perfectas incluso si no tienes mucho tiempo por la mañana.
1. Postura del Niño (Balasana)
La postura del niño es una excelente manera de comenzar la práctica de yoga, ya que alivia la tensión acumulada en la espalda y prepara el cuerpo para el movimiento. Aunque es una postura restauradora, ayuda a centrar la mente y a liberar el estrés de la noche.
Cómo hacerlo:
Siéntate sobre tus talones, con las rodillas separadas al ancho de las caderas o más.
Inclina el torso hacia adelante y lleva la frente al suelo, extendiendo los brazos hacia adelante o relajándolos a los lados.
Respira profundamente, enfocándote en liberar cualquier tensión en la espalda y los hombros.
Beneficios:
Estira la espalda baja, los hombros y el cuello.
Relaja el sistema nervioso y calma la mente.
Prepara el cuerpo para las posturas más dinámicas.
2. Perro Bocabajo (Adho Mukha Svanasana)
El perro bocabajo es una de las posturas más energizantes en yoga. Estira todo el cuerpo, especialmente la espalda, las piernas y los brazos, y activa la circulación sanguínea, lo que ayuda a aumentar la energía al comenzar el día.
Cómo hacerlo:
Comienza en una posición de cuatro puntos, con las manos directamente debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas.
Levanta las caderas hacia el techo, formando una "V" invertida, y lleva los talones hacia el suelo (sin forzarlos).
Mantén las manos firmes en el suelo, con los dedos extendidos, y presiona las caderas hacia arriba y hacia atrás.
Respira profundamente, buscando alargar el cuerpo y mantener una sensación de apertura en el pecho.
Beneficios:
Estira y fortalece todo el cuerpo, especialmente la espalda, los isquiotibiales y los brazos.
Aumenta la circulación y la energía.
Alivia la tensión en la parte superior de la espalda y el cuello.
3. Postura de la Cobra (Bhujangasana)
La postura de la cobra es ideal para abrir el pecho y fortalecer la columna vertebral. Esta postura ayuda a aliviar la rigidez y a activar la energía en la parte frontal del cuerpo, despertando la mente para el día que tenemos por delante.
Cómo hacerlo:
Acuéstate boca abajo con las piernas extendidas y los empeines tocando el suelo.
Coloca las palmas de las manos en el suelo, justo debajo de los hombros.
Al inhalar, levanta el pecho del suelo, extendiendo los codos hacia atrás y arqueando ligeramente la espalda. Mantén los codos ligeramente doblados.
Mantén la postura durante 5 respiraciones profundas y baja lentamente.
Beneficios:
Abre el pecho y mejora la postura.
Estira la columna vertebral y fortalece la parte baja de la espalda.
Despierta el sistema nervioso y mejora la concentración.
4. Guerrero I (Virabhadrasana I)
La postura del Guerrero I es una postura de pie poderosa que aumenta la fuerza, la estabilidad y la energía. Al abrir las caderas y el pecho, esta postura fomenta una sensación de empoderamiento y enfoque, perfecta para comenzar el día con una mentalidad positiva.
Cómo hacerlo:
Desde la postura del perro boca abajo, da un paso hacia adelante con el pie derecho y coloca la rodilla derecha alineada sobre el tobillo.
Extiende la pierna izquierda hacia atrás, con el talón tocando el suelo y el pie ligeramente girado hacia afuera.
Levanta los brazos por encima de la cabeza, con las palmas enfrentadas o las palmas hacia adentro.
Mantén la postura durante 5 respiraciones y luego cambia de lado.
Beneficios:
Fortalece las piernas, los glúteos y el núcleo.
Abre el pecho y las caderas.
Aumenta la confianza y la energía, ayudando a mejorar la postura y el enfoque.
5. Postura del Árbol (Vrksasana)
La postura del árbol es una excelente postura de equilibrio que ayuda a centrar la mente y el cuerpo. Al enfocar la atención en mantener el equilibrio, esta asana fomenta la calma, la concentración y la estabilidad emocional.
Cómo hacerlo:
Párate derecho con los pies separados al ancho de las caderas.
Lleva el pie derecho hacia el interior del muslo izquierdo o la pantorrilla, evitando colocar el pie sobre la rodilla.
Une las palmas de las manos frente al pecho o extiende los brazos por encima de la cabeza, con las palmas enfrentadas.
Mantén el equilibrio durante 5 respiraciones, luego cambia de lado.
Beneficios:
Mejora el equilibrio y la concentración.
Fortalece las piernas, los tobillos y el core.
Promueve la calma mental y el enfoque.
6. Postura de la Silla (Utkatasana)
La postura de la silla es una asana que fortalece las piernas, la espalda y el abdomen. A pesar de ser una postura desafiante, proporciona una gran cantidad de energía, ya que activa varios músculos importantes al mismo tiempo.
Cómo hacerlo:
Párate derecho con los pies al ancho de las caderas.
Al inhalar, flexiona las rodillas y baja las caderas como si te fueras a sentar en una silla, manteniendo la espalda recta.
Extiende los brazos hacia adelante o por encima de la cabeza, manteniendo las palmas hacia adentro.
Mantén la postura durante 5 respiraciones profundas y luego vuelve a la posición de pie.
Beneficios:
Fortalece las piernas, los glúteos y el core.
Aumenta la energía y la resistencia.
Estira la columna y mejora la postura.
7. Postura del Cadáver (Savasana)
Aunque la postura de Savasana se realiza comúnmente al final de la práctica, también puede ser útil como una herramienta para centrar y equilibrar la energía al comenzar el día. Esta postura permite integrar las asanas previas, liberando la tensión restante y promoviendo una sensación de calma y claridad mental.
Cómo hacerlo:
Acuéstate en el suelo con las piernas extendidas y los brazos a los costados, con las palmas hacia arriba.
Cierra los ojos y respira profundamente, permitiendo que tu cuerpo se relaje completamente.
Mantén la postura durante 3-5 minutos, enfocándote en la respiración y en la relajación total.
Beneficios:
Integra los beneficios de la práctica.
Calma la mente y libera cualquier tensión restante.
Fomenta la paz interior y el equilibrio emocional.
Iniciar el día con una rutina de yoga activa y equilibrada no solo mejora tu salud física, sino que también establece una base sólida para enfrentar los desafíos del día con claridad, enfoque y calma. Al practicar estas asanas por la mañana, puedes despertar tanto el cuerpo como la mente, reducir el estrés y aumentar tus niveles de energía de forma natural.
Disfruta de los beneficios de cada movimiento y permite que el yoga te guíe hacia un día lleno de energía positiva. ¡Que tu práctica matutina te brinde la vitalidad necesaria para afrontar cualquier desafío!