Kinam: Práctica psicofísica tolteca para equilibrar cuerpo, mente y espíritu
Kinam, una práctica milenaria del México antiguo, emerge como un arte sagrado para mejorar el bienestar, la salud y tener una vida más armoniosa. Esta práctica psicofísica, que busca conectar, equilibrar y fortalecer el cuerpo físico, la mente, el espíritu y la energía que conforman al ser humano, se basa en técnicas y ejercicios de origen mesoamericano. Su objetivo es prepararnos en cuerpo y mente para expresar la plenitud de nuestro potencial energético.
¿Qué es Kinam?
Kinam deriva del verbo náhuatl "Kinatia", que significa aplicar una fuerza para conseguir el equilibrio, y de la raíz Kin, que en maya significa poder y da nombre al Sol. Esta práctica no se adscribe a ninguna religión, sino que es una propuesta de acción que incluye aprender a respirar correctamente, prestar atención a la postura física, controlar los pensamientos y educar la percepción. Kinam es una invitación a ser una mejor persona, más allá de las creencias individuales.
Beneficios de Kinam
La práctica de Kinam ofrece múltiples beneficios para el bienestar físico, emocional, mental y energético, así como una conexión espiritual profunda con el interior de cada persona. A través del movimiento y las posturas de poder heredadas por las culturas mesoamericanas, Kinam ayuda a:
Conectar con el cuerpo y las emociones: Facilita una mayor conciencia corporal y una mejor comprensión de uno mismo.
Encontrar equilibrio: A través de la práctica, se puede alcanzar un equilibrio en todos los niveles, encontrando la fuerza desde el propio centro.
Mejorar el tono muscular y la elasticidad: Las posturas de Kinam están diseñadas para mejorar la fuerza, la estabilidad y la flexibilidad del cuerpo.
Calmar la mente: Actúa como una meditación en movimiento, ayudando a tranquilizar y liberar emociones, y a tener más energía tanto interna como externamente.
Cómo practicar Kinam
Kinam se practica a través de posturas orientadas a los cuatro rumbos, cada una con un significado y relación con los cuatro elementos de la naturaleza. Por esta razón, la práctica también se considera un ritual de gratitud hacia la madre Tierra y sus elementos.
Además, Kinam es una práctica meditativa que permite conectar con el ser interno, movilizando la energía del cuerpo para generar cambios positivos en la mente, las emociones y los pensamientos.
Kinam representa una conexión profunda con las raíces ancestrales prehispánicas, ofreciendo una práctica que va más allá del bienestar físico para tocar el espíritu y la mente.
Al practicar Kinam, no solo nos reconectamos con la sabiduría de los ancestros, sino que también obtenemos beneficios tangibles en nuestra salud y bienestar. Es una invitación a explorar una dimensión más profunda de nuestro ser, encontrando equilibrio, fuerza y paz interior.